sábado, 4 de agosto de 2012

Volver

No tenemos remedio, hay que admitirlo.

Ni mi corazón ni yo lo tenemos.


Es cierto que prácticamente, toda la culpa es mía.. El pobre no hace más que dejarse llevar... no sé ni cómo no me grita "¡¡¡Ya es suficiente!!!" Y es que sí, pese a todas las historias (que una vez que te encuentras esto, pasan a ser porquería), a todos los quebraderos de cabeza, las angustias, los sobresaltos... Pese a todo, a más de mil y pico kilómetros de mi casa, me lo he topado de frente.

Me encanta... No puedo evitarlo y sé que sería lo conveniente (más que nada porque él no ha mostrado el mínimo interés hacia mí), pero ME ENCANTA. 

No voy a hacer una lista cursi detallada contando lo genial que es. Simplemente diré que, aunque fuera por un momento, volví a creer que todo era posible y que las historias, esas que parecen que nunca te van a elegir como protagonista, podían convertirse en realidad.