Una noche cualquiera de fiesta puede resultar a veces sorprendente. Que me lo digan a mí aquella noche en la que todo indicaba que iba a ser como cualquier otra, pero al final resultó que no.
Hizo su entrada en el pub el hombre más alto hasta la fecha, dos metros. Ex-jugador de baloncesto y en plena celebración de su trigésimo sexto cumpleaños.
Total, que por causas que aún no están del todo claras (evidentemente alegría interna + alcohol) acabé liándome con él.
Yo lo tenía claro, un par de besos y "encantado, ya he perdido la cordura por una noche, pero prefiero recuperarla pronto".
Lo que me sorprendió es que, ese mismo ex-de-todo, fuera semanas después expulsado, y supongo que no de forma amigable, por tener un serio encontronazo con un (y sí, es tan hardcore como suena) chapero marroquí.
...
¿¿¿Desde cuándo he empezado a contar con tios marginales entre mis ligues???
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