lunes, 11 de julio de 2011

¡Mierda! Quiero decir... shit!

La vida es así.

Un piensa que irse a 1420 kilómetros de su casa le ayudará a despejar su cabeza, olvidarse de tonterías y poder volver a centrarse.

Mentira.

Es cierto que los tres primeros días estás como en una nube y todo te parece tan genial, pero... es peor encajar que estás increíblemente lejos de casa, con "conocidos" pero sin ninguna cara amiga y que, para colmo, en los momentos de debilidad o de "necesidad romántica" uno se acuerda de esa historia que no pudo ser, pero que le hubiera gustado que todo saliera bien.

Y todavía quedan 5 semanas...

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