jueves, 18 de julio de 2013

A la espera

Siempre me había sentido extrañamente fascinado por aquellas personas que, cuando están pasando por algo traumático, se centran en algo y se dedican a ello.

El padre de Amelie con su empeño en el gnomo, Bree Van de Kamp cuando limpia la cubertería de plata...

Nunca había entendido muy bien cómo conseguían tal capacidad de abstracción.

Hasta ahora.

Estoy esperando la llegada de una estantería. No tengo más sitio en mi habitación para poner más libros, de hecho, los tengo apilados hasta por el suelo. Y no, no puedo dejar de comprar más.

Sé que esto que voy a decir a continuación va en contra de todo lo que aquél reportaje extraño pero alentador comentaba sobre la ley de la atracción de las cosas buenas, pero... es que espero un viernes movidito.

Y así, sin darme cuenta, me he centrado yo en una estantería. Pienso en los detalles decorativos que le pondré, en qué libros irán a parar allí y hasta en los que seguiré comprando para llenarla.


Y todo, por lo que pueda pasar el viernes.



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