Iba yo tan tranquilo por la calle, pensando en todo y nada a la vez y... ¡zas! Me lo he topado de frente. Y sí, justo así ha sido la reacción:
Yo no llevaba un gnomo al igual que Amelie, pero vamos... el chico de la estúpida ilusión tonta sí que se parece mucho a Nino. Y como ella, yo tampoco le he dicho nada... me puede la verguenza.
Ays... que quizá sí va a ser el dia de la felicidad.
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