miércoles, 18 de diciembre de 2013

Las cosas que se quedan perdidas



Vale, lo admito. En lo referente a relaciones suelo mostrar un ánimo desmedido y me adelanto a los acontecimientos. No puedo evitarlo.

Al igual que no pude evitar que la idea de comprar una bufanda para el chico que he conocido me rondara la cabeza desde que me dijo que las únicas que tenía eran feas. Ahora bien, no sé muy bien si llegaré a comprarla ya que sus silencios se van alargando, no sé realmente cómo va a terminar todo y no quiero añadir una bufanda a la lista de cosas que se quedan perdidas.

Sí, ese montón de cosas pensadas para regalar con el propósito de hacer feliz a alguien y que ahora andan por ahí guardadas con el único fin de recordarme que aquella historia no salió bien.

De momento, y para no alargar dicha lista, esperaré hasta estar seguro para comprar la bufanda.


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