martes, 31 de diciembre de 2013

Bye, bye 2013


Tenía ya ganas de poder mirarlo con cierta distancia y despedirme por siempre de él. Menudo has sido, 2013.

El peor año desde que inicié el blog y, curiosamente, el año en el que más entradas he escrito.

La primera parte del año la pasé, prácticamente entera, en la biblioteca preparando unas horroposiciones que conseguí aprobar pero en las que finalmente volví a quedarme a las puertas de la plaza fija.

Cuando pasaron, en lugar de dar con un verano tranquilo, las cosas no fueron nada bien. Tomy se puso  muy enfermo y el resultado fue el peor posible. No hay día que no lo eche de menos...

Pese a todo, conseguí una beca para realizar un curso en Dublín y allí fui (como en una nube de las malas malas, pero fui). Y, será que soy muy British pero Dublín no me gustó demasiado. Conocí gente estupenda, eso sí, y he tenido la suerte de poder contar con algunos de ellos como nuevos amigos.

Llegó septiembre y conseguí dejar el año de paro que me habían impuesto por los recortes. De las diferentes opciones disponibles, finalmente llegó la que menos esperaba.

Como dicen, la vida sigue, y siguió... Yo di con Mike, quien me hizo perder el tiempo para luego desaparecer. Sin embargo, ya lo dijo Buika "uno no puede enfadarse porque un imbécil se comporte como un imbécil, porque si un imbécil se comporta como tal, es que todo va bien". Luego apareció el Chico, quien consiguió volver a poner mariposas en un estómago que llevaba ya cierto tiempo sin sentirlas. De momento nada se ha aclarado, pero ha conseguido que el 2013 acabe de una forma más llevadera.

La foto que he elegido simboliza lo que quiero que suceda. No justo a las doce, sería ilógico pensar que las cosas cambian así, de repente. Pero, aparte de salud, quiero (porque las sombras ya las he conocido) luz para el 2014.

Feliz año nuevo a tod@s

Y, adiós 2013...


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