jueves, 6 de febrero de 2014

Preparado, listo, ¡ya!


Hoy he terminado los exámenes. ¡HE TERMINADO LOS EXÁMENES! ¡Al fin! Unos han salido mejor y otros un poco peor pero da igual, ya me lamentaré (si así sucede en tal caso) en septiembre.

Ah, y no sólo tengo ese motivo para celebrar, porque... ¡ya paso de Chico! Y sí, sé que lo he dicho mil veces antes por aquí peeero hubo un momento decisivo que cambió el rumbo de la historia.

El martes pasado a mí me apetecía NADA en absoluto la idea de trabajar así que antes de bajarme del coche, y puesto que ambos compartimos profesión, le mandé un nada inocente whatsapp cargado de intenciones "deberíamos irnos de viaje hoy, no quiero trabajar". Era mi gran apuesta, si su respuesta me convencía, fuera la que fuera, dejaría la puerta entornada; de lo contrario, la cerraría de una vez por todas.

Y... como podéis imaginar no hubieron trompetas ni violines cuando recibí su respuesta. Creo, de hecho, que ni siquiera vibró el móvil. Total, ¿para qué?, no merecía la pena: "Yo no sé lo que haría".

Así que pensé "basta ya de sosería". Un tipo que tras una declaración total de intenciones suelta eso... en fin.

De manera que, ante semejantes hechos, me he calzado las deportivas y estoy dispuesto a volver a la carrera.

3 comentarios:

  1. bravo!!!!aplausos: primero por tu fin de exámenes y segundo porque si no es capaz de darte una respuesta convincente ¿te merece realmente?disfruta de tu tiempo y tu libertad...

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  2. ¡Genial, bien por ti! Esos momentos son taaaan liberadores :)
    P.D.: yo también he acabado los exámenes, ¡bieeeen!

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  3. La sensación de acabar los exámenes no es comparable con nada más, creo de echo que valen la pena solo por la sensación de libertad y paz que se te queda una vez acabas :P

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